Mi Ego Parlante

Vive

Vive

Cambia, crece, construye. Guía tus actos, tus impulsos, tus deseos.
Siente. Siente profundamente.

Sueña. Que no se muera la ilusión.
Padece. Lo justo y necesario para apreciar el contraste.
Llora. De emoción, de alegría.
Salta. Transmite esa energía de nuevo al universo. No te pertenece. Libérala para que alimente a otros.
Rie. Atrae hacia ti la alegría.
Toca. Deja que tus dedos acaricien su piel.
Ama. Como hubieras deseado que te amasen o como realmente lo han hecho.
Comparte. Todo lo tuyo. Hasta lo más íntimo. Tu riqueza está en lo que das, no en lo que retienes.
Escucha. Con toda tu atención y toda la intensidad, hasta el murmullo del más absoluto silencio.
Perdona. Y no olvides olvidar.
Observa. Como si cada detalle fuera nuevo para ti.
Lucha. Que no te pueda el dolor.
Vive. Profundamente. Como si no existiera mañana.


Artículos relacionados

Sobre este Blog

Más de 13 años de pensamientos y reflexiones (la mayoría propias y algunas ajenas), expresados desde la más cruda inconsciencia del ego con el que siempre he estado, lamentablemente, muy identificado.