Este artículo inicia una serie de reflexiones cuyo objetivo es determinar la forma en la que tecnología podría ayudarnos a garantizar la confiabilidad de la información y/o las personas (como fuentes de información) en el mundo digital en que vivimos.

Aunque el conocimiento existía desde las más remotas eras de la humanidad, incluso hoy, en la era de la información o la era del “conocimiento”, su definición no resulta trivial. Tal vez porque, al pensar en personas poseedoras de conocimiento, surge en nosotros de manera instintiva e inmediata su asociación con "dueños de la información" o "depositarios de datos", y esto genera confusión respecto a la esencia del significado de las palabras “dato”, “información” y “conocimiento”, que son, muchas veces, usadas como sinónimos. A pesar de ello todos parecemos entender perfectamente la diferencia entre estas tres palabras, sin embargo cuando pretendemos explicar las diferencias, esto no nos resulta tan fácil.

En este artículo realizaremos una breve reflexión con el propósito de clarificar estos conceptos, describir sus relaciones e introducir otros términos relacionados que influyen en la toma de decisiones en la que nos vemos inmersos en un mundo digital. En otros artículos posteriores analizaremos sus repercusiones y plantearemos propuestas que, apoyadas en la tecnología, describan herramientas para ayudarnos en la toma de decisiones en un mundo digital.

Introducción

De acuerdo con la literatura referente a la Gestión del Conocimiento, “dato”, “información” y “conocimiento” toman cuerpo en forma distinta, lo que justifica la asimilación correcta de estos conceptos, facilitando el entendimiento de las materias en cuestión.

Cuando se habla de conocimientos, se debe hacer una distinción entre datos (hechos discretos, registros), información (datos organizados, con significado) y conocimiento. Davenport y Prusak definen el conocimiento como “una mezcla fluida de experiencia estructurada, valores, información contextual e internalización experta que proporciona un marco para la evaluación e incorporación de nuevas experiencias e información”. El conocimiento “se origina y es aplicado en la mente de los conocedores”, y en la organización “queda arraigado  en rutinas, procesos, prácticas y normas institucionales”.

Lo importante del conocimiento, señalan estos autores, es que está cerca de la acción y que por ello permite la toma de decisiones. Se compone de experiencia, “verdad práctica”, complejidad, criterios, reglas implícitas (intuición), así como de valores y creencias. Cada uno de estos elementos tiene sus propias características. Nos interesa destacar la toma de decisiones, porque tiene relación con lo que postularemos más adelante en otro artículo.

Pero antes de nada, comenzaremos definiendo estos términos.

Datos

Los datos los podemos entender como la mínima unidad semántica, como el elemento más básico de información y cuya utilidad aislada es prácticamente nula. Podemos ver los datos como conjuntos discretos de valores que no indican nada sobre el porqué de las cosas y no inducen a la acción.

La palabra datos proviene del latín –datum- que hace referencia a -lo que se da-, en consecuencia, datos se refiere a la representación simbólica, bien sea mediante números, palabras o imágenes, de hechos o informaciones.

En esencia, la información cobra significado en la medida en que existe la comunicación.

Otras diferencias entre Datos e Información:

• Los datos son hechos o elementos individuales sin ser procesados o analizados. La información es el análisis e interpretación de un conjunto de datos, es decir, de esas unidades.
• Los datos son sencillos debido a que, en su modo individual no generan significado alguno. La información es más compleja debido a que esta parte de la interpretación de un grupo de datos.
• Los datos son independientes de la información. La información depende de los datos para generar un significado.
• El dato por sí solo no refleja mensaje alguno La información tiene un carácter comunicacional, ya que, pretende generar un significado.

Según Lapiedra, Devece y Guiral, las características de la información (también llamadas cualidades de la información), son las siguientes:

• Relevancia
• Completa
• Confianza en la Fuente
• Comunicar con la persona Correcta
• Puntualidad
• Detalle
• Comprensión

 

Conocimiento

Todo lo anterior puede representarse como una pirámide de conceptos, cuya base está formada por "el dato": lo más abundante y menos cualificado. Y la cúspide está constituida por el conocimiento y la sabiduría o talento.

Sveiby (1998) al responder a la pregunta “¿Qué es conocimiento?” afirma que no existe consenso, ni aceptación de modo general, de ninguna definición de la palabra.
Refuerza también los variados significados que la palabra conocimiento tiene en diferentes lenguas y que la definición dependería del contexto donde se aplicara. Afirma que el conocimiento debería tener cuatro características:

• Tácito: porque los conceptos cambian o se adaptan a la luz de las experiencias de los individuos.
• Orientado a la acción: porque posee la cualidad dinámica de generar nuevos conocimientos y superar los antiguos.
• Sustentado por reglas: porque la creación de patrones en el cerebro, con el paso del tiempo, permiten actuar con rapidez y eficacia, de forma automática, en situaciones inconcebibles.
• En constante cambio: porque el conocimiento puede ser distribuido, criticado y aumentado.

La sabiduría o talento, así como la opinión y la confianza los trataremos en artículos posteriores. En ellos profundizaremos en estos conceptos en relación con el mundo digital y la forma de tratar estos conceptos por medio de las tecnologías de la información y cómo pueden ayudarnos en el proceso de la toma de decisiones.