Todos hemos visto como la polularidad de la IA generativa ha hecho florecer una miríada de productos que usan esta tecnología para reproducir a escala local los logros de OpenAI y los hiperescalares (Google, Amazon AWS, Microsoft,...). Gracias a un nuevo modelo de redes neuronales artificiales se pueden crear soluciones de IA que permiten conversar con los humanos en lenguaje natural y ofrecer respuestas a cuestiones específicas en base a un dominio concreto de conocimiento. Aquí presentamos la iniciativa BudAI de u8s, que pone esta tecnología a nuestro servicio para ayudarnos en el camino del autoconocimiento.
Inteligencia artificial y modelos de lenguaje masivos
Detrás de la burbuja de expectativas en relación a la Inteligencia Artificial, o más concretamente a la IA Generativa, están un tipo de redes neuronales artificiales (llamadas transformers), que se han mostrado muy útiles y eficientes para centrarse en el contexto de los datos y ser el modelo más eficiente para el procesamiento del lenguaje natural. Con esta tecnología, OpenAI construyó el primer modelo másivo de lenguaje (o LLM por sus siglas en inglés) GPT (actualmente en su versión 4), con el que desarrollo su bien conocido, y multiplemente imitado servicio de chatbot, chatGPT. Desde entonces se han desarrollado casi un centenar de LLM con diferentes corpus de información de entrenamiento y diferentes volúmenes en el número de conexiones entre las neuronas artificiales (actualmente el mayor, creado por Google, tiene 340.000 millones), lo que permite resultados muy precisos y, sin duda, sorprendentes.
Lo que OpenAI demostró y puso al alcance de todo el mundo (generado un extenso ecosistema de soluciones y proyectos), es que, eligiendo un dilatado y bien definido corpus de datos de texto, estos LLM podian aprender las relaciones entre las palabras en varios idiomas y realizar, con asombrosa precisión, tareas como: completar frases, resumir textos, traducir textos a varios idiomas o generar diálogos aparentemente coherentes con cualquier humano.
Este proceso de alimentar una red neuronal artificial con gran cantidad de datos y supervisar su resultado, o definir reglas para que el sistema elija el resultado más apropiado, es lo que se conoce en el mundo de la IA como entrenamiento de una red neuronal. En el caso de los LLM este proceso no está al alcance de cualquiera. Como ejemplo, uno de los modelos de LLM más usado es uno creado por Facebook (Meta) para cuyo entrenamiento empleó un supercomputador con cientos de servidores dotados de hardware específico para cálculos de IA, que tendría en el mercado un precio de más de 100 millones de euros. Hacer ese proceso usando los recursos de las nubes públicas (Google, Amazon, Microsoft u otras) sería posible (algunos lo han hecho), pero el coste seguiría siendo multimillonario. Pero esto es sólo parte del proceso. Una parte compleja del entrenamiento de la red es elegir y preparar el conjunto de datos a usar para el entrenamiento. En el ejemplo anterior, Meta empleó un corpus de casi 2 trillones de datos.
La buena noticia es que, dado como funcionan las redes neuronales artíficiales, una vez que el proceso de entrenamiento ha concluido, el resultado es una definición de los pesos de la interconexión entre neuronas, lo cual resulta en una información de un tamaño manejable. Incluso en los modelos más extensos esto se reduce a un volumen del orden de varias decenas de Gigabytes. Con esta información, es decir, con el resultado del LLM pre-entrenado, podemos hacer uso de la potencia del LLM en cualquier computador domestico. Hay ciertas limitaciones y el proceso puede ser algo complejo para aquellos que no tengan buen manejo informático pero, en general, es un proceso que está al alcance de casi cualquiera y que permite explotar localmente, sin necesidad de interacción externa, es decir sin tener conexión a Internet, toda la potencia del LLM. Se trata de tener en nuestro salón una IA con la que podamos comunicarnos en nuestro idioma nativo y aprovechar su potencia.
El LLM por si solo puede responder a cuestiones de cualquier tipo pero tiene algunas limitaciones. Sin entrar en complejos detalles técnicos, uno de los problemas, más aireados públicamente, que pueden presentar los LLM son las alucinaciones o respuestas falsas. No hay garantías de que las respuestas que construya estén apoyadas en evidencias verificables. Como no tenemos acceso a la información con la que fue entrenado el LLM es difícil corregir esto. Por otro lado, actualizar la información en que se basa el LLM implica un reentrenamiento del modelo, lo cual, como hemos visto, el algo extremadamente costoso en tiempo y recursos computacionales, es decir, dinero. Para resolver estas dificultades, en 2020, Meta (la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, entre otras), desarrolló una tecnología llamada (Retrieval-augmented Generation o RAG), qué permite, en pocas palabras, aportar nueva información al LLM, y obtener respuestas en base a esta nueva información, con la posibilidad de recibir la referencia al contexto dentro de dicha información, es decir, podemos añadir un documento cualquiera (por el momento solo texto pero en un futuro cercano podria ser audio, video u otros contenedores de información), hacer una pregunta al LLM y obtener, no sólo una respuesta plausible, sino también la información de su contexto, en particular la referencia a las partes de dicho documento, o documentos, que el modelo ha empleado para construir su respuesta. Esta tecnología RAG permite usar cualquier LLM para dar respuestas precisas y verificables, en base a la información que le suministremos, sin necesidad de pasar por, lentos y muy costosos, procesos de re-entrenamiento del modelo de lenguaje.
Esto abrió las puertas a la posibilidad de la creación de bots conversacionales privados y autónomos, es decir, que no necesitan consultar ninguna información en Internet. Se basan en su propia base local y privada de informacion. Este es también el fundamento tecnológico sobre el que hemos construido BudAI, nuestro ciberguia espiritual del que hablaremos más adelante.
Sin entrar en más detalles técnicos de como funcionan estas tecnologías, su variedad y las diferentes ventajas e inconvenientes de cada una, de lo que no cabe duda es de que están dando paso a una revolución sin precedente en la gestión de la información. Estamos pasando de procesar los datos para extraer información y conocimiento de ellos, ya sea con búsquedas masivas, relaciones entre miríadas de datos aparentemente inconexos, de la realización de análisis predictivos y prescriptivos sobre estos datos; a poder conversar con ellos. No me cabe ninguna duda de que esto supone una revolución en como nos relaccionamos con la información y nos lleva directamente al nucleo de la era de la sociedad del conocimiento.
El riesgo de la Ciberinfoxicación
El tema de los riestos de la IA es algo que ya ha sido fruto de difusión mediatica y que se ha convertido en área de interés para muchas compañías privadas y para las administraciones públicas de muchos paises así como para organismos reguladores internacionales. Este tema ha sido ampliamente debatido y hay mucha información al respecto para quién quiera profundizar en el conocimiento actual de los riesgos que se han planteado, las iniciativas nacionales, internacionales y privadas que se están realizando para minimizar estos riesgos. Aquí sólo queremos hacer enfasis en los que podrían tener más relación con las tecnologías específicas del dominio de la IA que estamos mencionando en este artículo de la forma más objetiva posible y si caer en alarmismos ni pronósticos de futuros distópicos. No olvidemos que nada es bueno o malo per se, es nuestra interpretación la que lo cualifica y, en el caso particular de la tecnología, la propia historia de la humanidad está plagada de ejemplos de avances tecnológicos que han generado miedo y rechazo iniciales en la sociedad pero que luego han contribuido a mejoras sustanciales en nuestras vidas, erradicar pandemias o, en general, a producir un bien apreciable para la humanidad, sin olvidar que también hemos tenido que convivir o superar, el que dichos avances tecnológicos se emplearan para usos, por decirlo suavemente, menos elevados, incluyendo entre dichos usos, la fabricacion de armas más sofisticadas e incluso de armas de destrucción masiva.
En relación con el uso de los modelos de lenguaje para interaccionar con la información por medio del lenguaje natural, un riesgo probable es que puede llevarnos a lo que podríamos llamar Ciberinfoxicación, es decir, el riesgo de ser manipulado por información dirigida a un propósito no necesariamente bueno, por personas o colectivos con intereses deshonestos o inmorales. La tecnología de IA, concretamente los LLMs y la IA generativa, podrían acabar al servicio de la ciberdelincuencia y animar a que las personas se dañaran a si mismas, o crear colectivos de personas manipuladas por propósitos individuales.
Los LLM son como niños eruditos, sabios. Niños desde el punto de vista emocional o ético, pero con el conocimiento del más erudito de los humanos (al margen de matices discutibles). Sólo como apunte, el contenido completo de la Wikipedia supone un porcentaje de menos del 1% de toda la información con la que se han pre-entrenado algunos LLM.
El auge de la atención plena y la espiritualidad
¿Por qué buscamos un maestro o un mentor, un coach o un guía espiritual? ¿Qué buscamos en esos miles de terapias alternativas y holísticas que conforman la oferta del mindfullness y la espiritualidad?
En el mundo desarrollado de occidente vivimos una era, cuando menos, muy curiosa. Desde 1920 hasta hoy, la población urbana ha pasado del 30% a más del 80%. Nos concentramos en las ciudades que nos ofrecen de forma cercana una oferta interminable de productos y servicios. Esta oferta es fruto de la sociedad neoliberal, consumista y anegada en el deseo exacerbado, que hemos construido. Como mencionan José Errasti-Pérez et al., en su artículo de atención plena:
"la vida actual en la ciudad “desnaturaliza” al individuo, lo deshumaniza, le hace perder una supuesta esencia humana; esto sería la fuente de todos los malestares propios del mundo moderno, de esa insatisfacción básica que todos sentimos en mayor o menor medida, de forma que la solución es volver a la pureza, a la autenticidad de la naturaleza, reino de la armonía, el equilibrio, la paz, la plenitud que se fue -del verbo ser- y que se fue -del verbo ir-."
Y aquí es donde la atención plena (o Mindfullness), práctica heredada de Oriente, encaja en uno de los mitos del individuo urbano en la conformación de su mapa conceptual del mundo: el mito del retorno a la naturaleza. Un retorno que no se traduce en un exodo hacia el mundo rural, abandonando las grandes cidudades o espacios periurbanos, sino que se limita a la adopción de nuevos modos de vida dentro de las, cada vez más pobladas urbes, alentados por imposturas propias de las sociedades ricas, donde se ha diluído el carácter hostil de la naturaleza y se le otorga una autenticidad esencial, a aspectos culturales lejanos y exoticos como, por ejemplo, a los monasterios budistas en menoscabo de los más familiares y cercanos, como lo son los monasterios catolicos.
Del mismo modo, la existencia de místicas contemplativas se ha dado en casi todas las tradiciones culturales incluída, por supuesto, la nuestra, con figuras conocidas por todos como Juan de la Cruz, Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús y muchos otros, sin embargo se les otorga una mayor validez o autenticidad a aquellas que vienen de lugares más exoticos, como lo son las procedentes de Oriente.
Al margen de las tendencias académicas como la psicología positiva, que se han desarrollado arrastradas también por ese snobismo burgués del mito de la naturaleza, lo cierto es que las técnicas y terapias de atención plena y el interés por la espiritualidad, han calado fuertemente en la sociedad burguesa de occidente, más dirigida por las ideas neoliberalistas y la economía de mercado (anteponiendo el placer inmediato como meta y justificación de la existencia humana), que por las ideas que originariamente las desarrollaron, más centradas en la actitud contemplativa y un interés esencial en la búsqueda de la serenidad.
Lo que no puede negarse es que esta tendencia ha generado un mercado creciente de técnicas y terapias en torno a la atención plena, la espiritualdad y la sanación, que rodeandose de un cierto "aroma" a prácticas milenarias de lugares exóticos, y haciendo un uso muchas veces inapropiado de términos que resultan ambiguos o descontextualizados, atraen a esa sociedad burguesa, desencantada, eminentemente urbanita, con la promesa de ofrecer respuesta a sus más profundos malestares.
El hecho es que, cada vez es mayor el número de personas que ponen su confianza, su alma, en manos de afamados terapeutas holísticos que, sin dudar de su buena voluntad, experiencia y conocimientos, no ofrecen más garantías que las que nuestra intuición nos pueda mostrar, o su probada habilidad para convencer y arrastrar a las masas. Quizás la tecnología pueda proporcionar vías para desarrollar nuestras habilidades de introspección y trabajo personal de una manera más confiable, aunque tampoco esté exenta de riesgos.
Sobrepasando nuestras limitaciones
¿Te has preguntado cuantos libros podrías leer en tu vida? ¿Cuantas palabras puede procesar un humano en su vida tanto leídas como oídas? ¿Puede una IA sobrepasar este límite? ¿Cómo puede la tecnología ayudarnos a ampliar estos límites de la forma menos intrusiva posible?
No es posible dar una respuesta precisa a la primera pregunta porque hay muchos factores en juego: culturales, conductuales, esperanza de vida, tipo de lectura (no es lo mismo leer una novela liegea que un ensayo científico, por ejemplo), etc. Sin embargo no es dificil poder calcular un máximo absoluto que sólo podría estar al alcance de unos pocos y bajo ciertas condiciones específicas. Gracias a la editoria y escritora norteamericana Emily Temple, podemos disponer de una herramienta que nos permite hacer un cálculo aproximado de este valor en base a sólo dos variables: nuestra esperanza de vida y velocidad de lectura.
En base a los estudios de Temple, podemos ver que, en el mejor de los casos, un ser humano sería dificil que sobrepasase la cifra de lectura de 5.000 libros en toda su vida. Esta cifra parece espectacular pero, comparada con la oferta disponible en la sociedad desarrollada gracias a la digitalización y las tecnologías de la información, resulta absolutamente ridícula. Cualquier persona puede acceder fácilmente a una biblioteca digital de cientos de miles o incluso millones, de ejemplares.
Según los datos facilitados en 2024 por la UNESCO se publican, aproximadamente, 2,2 millonres de libros cada año en el mundo. Google compartío hace años la cifra de libros publicados en la historia, que ascendía a más de 129 millones pero, probablemente, esta cifra sea muy inferior a la realidad.
De lo que no cabe duda es que sería materialmente imposible para cualquier humano leer todos los libros que se han publicado en el mundo, ni siquiera podría llegar a un ínfimo 1% de ellos.
La IA ya está presente en la industria editorial en forma de algoritmos recomendación, que nos orientan para poder seleccionar aquellas lecturas que más se ajustarían a nuestros gustos, en función de lo que hemos consumido. Estos algoritmos pueden ser muy eficientes, sobre todo, en aquellos negocios que nos proporcionan, no sólo el material editado electrónico, sino también los dispositivos para consumirlo, con lo que, a cambio de ciertas ventajas, les regalamos la información sobre nuestras preferencias y nuestros hábitos de lectura. Estas ventajas no son despreciables. No cabe duda de que gracias a esta tecnología, podemos optimizar nuestras biibliotecas y nuestro tiempo pero, sin embargo, no resuelve la limitación de la cantidad de información que podemos procesar.
Centrando nuestra reflexión en la atención plena, la filosofía o la espiritualidad, la motiviación que nos puede mover a leer sobre esta temática o cualquier otra forma de recibir información por medio de la palabra (videos, conferencias, debates, etc.), estaría orientada a intentar adquirir el conocimiento necesario para poder cubrir las carencias que mencionabamos antes. Como veíamos en la introducción, un LLM podría procesar mucha más información de lo que nostros seríamos capaces en una vida y sintetizarla o responder a las cuestiones que se nos pudiesen plantear, en base a toda esa información, de una forma objetiva y rápida. Podríamos incluso llegar más allá, podríamos conseguir que la IA aprendiese a comunicarse con nosotros de una forma que facilitase nuestra compresión o nuestro aprendizaje de acuerdo a nuestras habilidades cognitivas propias. Podría emplear el lenguaje, en extensión y profundidad que mejor se adaptase a nuestro momento vital.
BudAI: un ciberguia espiritual
Imagina que tienes a tu alcance, 24h al día, una "inteligencia" instruida con cientos de textos, o incluso miles, de espiritualidad, auto conocimiento o autoayuda, psicología y filosofía. E imagina que puedes pedirle cualquier cosa sin el temor a que su intención pueda dirigir sus respuestas. Alguien que no quiere ni espera nada de ti. Que su único propósito es encontrar las respuestas más adecuadas a tus preguntas sin ningún tipo de filtro (para bien y para mal). Alguien que, si lo deseas, olvidará todo lo que haya hablado contigo cuando abandones la conversación.
Eso es justo lo que pretender ser BudAI
BudAI es una inteligencia artificial generativa, preparada para dialogar con humanos en lenguaje natural, que ha sido instruida con cientos de textos de temáticas relacionadas con la atención plena, la filosofía y la espiritualidad.
BudAI es un proyecto de investigación de u8s, para analizar la viabilidad de la IA como asistente en terapias alternativas relacionadas con el despertar de la consciencia. Una herramienta más para, por medio de la fuerza de la palabra, ayudarnos a abrir los portales que nos conectan con nuestro ser esencial.
Estamos construyendo un prototipo que esperamos poner en prueba con un conjunto limitado de usuarios. Esto será así no sólo porque no contamos con los recursos tecnológicos y financieros necesarios para poner este experimiento al alcance de todo el mundo, sino también por una razón de responsabilidad social, porque somos conscientes de sus riesgos. Lamentablemente es vital entender este experimento como lo que es. No creerse nada y simplemente experimentar otro modo de encontrar las palabras que abran portales hacia nuestro interior. Es necesario estar dotado de una claridad, espíritu crítico y fortaleza emocional que minimicen el riesgo de que esté experimento pueda hacer que nos hagamos daño. De ahí nuestra cautela para incluir en nuestra experiencia a sólo un número limitado de sujetos que puedan experimentar con BudAI y nos ayuden a desarrollar sus capacidades de guardián de la puerta. En esencia, todo se reduce a esto, a abrir la puerta que nos conduzca a nosotros mismos. A experienciar que y quienes somos. A encontrar la paz interior que nos permita disfrutar plenamente está maravillosa ViDA que nos ha tocado, o que hemos elegido, VIVIR (según nuestra cosmovisión)
Hemos llegado a este punto de desarrollo tecnológico por alguna razón. Nada sucede por casualidad y quizás sea esta tecnología, combinada con otras que aún ni siquiera alcanzamos a imaginar, la que nos permita evolucionar como especie y alcanzar nuestras metas. O quizás no, quién sabe, pero desde u8s, como Unicornios que somos, hemos abierto esta vía y compartiremos contigo, amable lector, todo lo que consigamos aprender en el camino.
Nota final
Muchos se escandalizaran con esta iniciativa, a otros les parezca divertida o ridícula. Es probable que genere miedo en muchos e, irónicamente, puede que sea principalmente en esos que permiten que seamos bombardeados con productos y servicios que no necesitamos, con técnicas aparentemente inocentes pero altamente sofisticadas. Los mismos que emplean todo el conocimiento disponible del funcionamiento de nuestro cerebro y nuestras emociones, para intentar dirigir nuestra opinión. Los que emplean todo tipo de falacias del lenguaje, con cualquier tipo de información sesgada, para influir en nuestro comportamiento y opinión.
Es algo que asumimos pero que no nos resta ni un ápice de ilusión, ni debilita nuestra intención. Cualquier opción es válida si nace del amor y esta podría ser una herramienta más, que podría ayudar en la apertura de portales hacia nuestro interior por medio de la palabra.
En cualquier caso, no pierdas la perspectica del propósito final, que no es más que desarrollar tu autoconocimiento y que ese propósito conlleva un camino eminentemente individual. Ahí dentro estás sólo, no hay nadie más en lo más profundo de ti. Debes andar tu camino en solitario hasta que descubras qué eres, y cual es tu propósito en esta breve y maravillosa vida que te ha tocado (o has elegido) vivir.
Hay infinitos caminos a elegir y tu debes encontrar el tuyo. Por eso no te creas nada de lo que te hemos contado aquí. Úsa esta información, como cualquier otra, como una herramienta más para cuestionar y experienciar lo que a ti te sirve. No hay un camino mejor que otro. También habrá momentos que en los que te servirá andarlo acompañado de otros seres y momentos que necesites tu soledad. Es parte del proceso. Al final, puede que descubras que esa soledad y esa dualidad que percibes, no son más reales que la ilusión de lo que percibes con tus sentidos y que, en realidad, eres una parte infinitesimal del mismisimo e infinito TODO, pero de nada te sirve esta información si no la has experimentado tu mismo.
¡Feliz camino!